Desmitificación de creencia erróneas: fomentar la salud sexual positiva

Algunas personas piensan que el aspecto físico de la otra persona es un buen indicador del estado de salud, al menos en lo que al VIH y otras infecciones se refiere. Sin embargo, ni el aspecto físico ni la confianza que se le tenga a esa otra persona son factores de protección: a veces las infecciones son visibles, tienen síntomas claros y es posible detectarlas a simple vista. Infecciones como el VIH pueden no presentar síntomas, aunque estén ahí y se transmitan. 

¿Cómo se puede detectar el VIH? El VIH no presenta síntomas, por lo que la única forma de saber si se ha producido la transmisión es realizando una prueba específica de detección del virus. Existen distintos tipos de pruebas, las pruebas rápidas permiten conocer en 20 minutos si se producido o no la transmisión. A través de la recogida de una muestra de saliva se puede saber si el cuerpo está generando anticuerpos ante la presencia del virus o no. *Una detección precoz resulta fundamental para una buena adherencia al tratamiento, y por tanto para una mejora de la salud. 

 

Es una buena idea hacerse la prueba si: 

Si se ha mantenido alguna relación con penetración sin preservativo con alguna persona con VIH o de la que no se conozca si lo podría transmitir.  

Si se ha mantenido alguna relación con penetración, pero este ha fallado o se ha roto, con alguna persona con VIH o de la que no se conozca si lo podría transmitir.  

Si como pareja se ha decidido dejar se utilizar preservativo para utilizar otro método.  

Si se mantienen relaciones no exclusivas, con una o varias parejas sexuales y no se utiliza preservativo con alguna de ellas.