Desmitificando la sexualidad: comunicación, espontaneidad y límites para enriquecer la experiencia sexual.

Alrededor de la sexualidad giran numerosos mitos y estereotipos que hacen que, cuando las personas quieran hablar sobre lo que les gusta, lo que no, lo que sienten o lo que esperan de la otra persona, tanto en el encuentro sexual como en otros espacios, surjan miedos, dudas y dificultades, que muchas veces se traducen en silencios. Desafortunadamente, la sexualidad sigue siendo un tabú y eso hace que las personas tengan la idea, de que de la sexualidad no se habla. Y desafortunadamente también, eso se traduce en un montón de dificultades: desde sentir que eso que les sucede, solo les sucede a ello/as, y cuando las personas sienten que sus experiencias son problemas únicos y que toda la responsabilidad recae solo en ellas, tienden a vivir esas experiencias en soledad y sin buscar ayuda. Pero la realidad es que, hablando de sexualidad se pueden encontrar soluciones y, sobre todo, que hablar de sexualidad es algo normal.  

Normalizar la conversación sobre sexualidad no va sólo de hablar de temas íntimos, sino de tener las herramientas para poder poner determinadas cuestiones sobre la mesa (o sobre la cama). Porque cuando la conversación está normalizada se rompe con ideas erróneas y barreras de vergüenza o discriminación, construyendo espacios más seguros e inclusivos. Cuando la conversación esta normalizada es más fácil comprender y poner en práctica el consentimiento, respetar las decisiones individuales y comprender los límites propios y ajenos, teniendo así relaciones más seguras, satisfactorias y basadas en el buen trato.