Diferencias entre métodos anticonceptivos y métodos de protección contra ITS: la importancia del preservativo

Es crucial tener en cuenta las infecciones de transmisión sexual (ITS) al hablar de anticoncepción, ya que no todos los métodos anticonceptivos las previenen. Además, es importante abordar la idea de que el amor protege contra las infecciones; una creencia que lleva a algunas parejas a tener relaciones desprotegidas o a depender únicamente de anticonceptivos hormonales sin realizarse las pruebas adecuadas. La confianza y el afecto en una relación son fundamentales, pero no sustituyen la protección y el cuidado de la salud sexual. Hablar abiertamente y realizarse pruebas regulares es esencial para garantizar la seguridad y el bienestar de ambos miembros de la pareja. 

La libertad para tener encuentros eróticos con quienes y cuando se desee requiere a su vez una gran dosis de responsabilidad, información, herramientas y planificación para evitar, entre otras cosas, las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS). Los genitales, como el resto de partes del cuerpo, también pueden sufrir problemas de salud. Habrá casos en los que una infección sea el resultado de no haber usado un método para prevenirla, por ejemplo, un preservativo, pero también otros en los que las cosas no han salido como se planeaba: por ejemplo, ese preservativo se ha roto. Lo importante, ante todo, es aprender de la situación. 

Habitualmente, las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) vienen acompañadas de síntomas físicos: dolor, picor, escozor, cambio de color, de olor, secreciones, lesiones en la piel… En estos casos, es preciso acudir a la consulta médica. Nada de vergüenzas, el personal sanitario está acostumbrado a ver este tipo de infecciones, que son tan normales como pueden serlo otro tipo de problemas de salud. En otras ocasiones, como es el caso del VIH, las infecciones no dan la cara. Empezar su tratamiento cuanto antes es importante, de ahí que resulte fundamental su detección precoz.