Características sexuales y sexo de asignación (I)
Debido al proceso de sexuación del que hablábamos antes, nuestro cuerpo adquiere unas determinadas características sexuales, también llamadas sexo o sexo biológico, que nos diferencian entre machos y hembras, biológicamente hablando. Pero en realidad, el proceso es muy complejo y la sexuación o configuración del sexo biológico se produce a distintos niveles:
- Cromosomas: si son XX, XY, XXY, X0, etc.
- Gónadas: ovarios, testículos, ovotestis, etc.).
- Genitales: pene, vulva, variaciones con características de ambos.
- Hormonas (testosterona, estrógenos y progesterona).
- Características sexuales secundarias (mamas, vello facial, etc.).
Generalmente, al nacer, el personal sanitario que acompaña ese nacimiento registra nuestro sexo en función de nuestros genitales. Si ve un pene, asigna un sexo masculino y, si no ve un pene, asigna un sexo femenino. Esto es lo que se conoce como “sexo de asignación” al nacer. Más adelante veremos cómo esto es relevante, ya que nuestro sexo de asignación condiciona nuestra identidad de género.
Hay personas que nacen con características sexuales que no se ajustan a lo tradicionalmente considerado masculino ni a lo femenino. Son personas intersexuales, personas intersex o personas con características intersexuales. En estos casos, generalmente se asigna el sexo del que se piensa que hay más características (a partir de ecografías o incluso estudios hormonales y cromosómicos) y, cuando la persona es mayor, puede decidir si desea llevar a cabo alguna acción, como una intervención quirúrgica en sus genitales o tomar hormonas.
En muchos países, sin embargo, continúan llevándose a cabo lo que se conoce como operaciones “correctivas” en los genitales de bebés nada más nacer. Esto constituye una vulneración de los derechos humanos y sexuales de estas personas y ha demostrado tener importantes consecuencias en la salud física y mental de dichas personas.
¿Sabías que alrededor del 2% de la población mundial es intersexual? Para que te hagas una idea, hay tantas personas intersexuales en el mundo como personas pelirrojas. Se trata de una realidad mucho más frecuente de lo que creemos, pero, por desgracia, aún está muy invisibilizada.
Además, el 26 de octubre se celebra el Día de la visibilidad Intersex porque precisamente un 26 de octubre de 1996 se celebraba en Boston la primera manifestación pública en defensa de las personas intersexuales. La socióloga Morgan Holmes y el activista intersexual Max Beck, de la Intersex Society of North America (ISNA)
Ambos planeaban exponer sus investigaciones en la Convención Anual de la Academia Americana de Pediatría (AAP), pero esta decidió prescindir de sus ponencias en la programación. Para intentar concienciar sobre las malas prácticas relacionadas con la intersexualidad, Holmes y Beck protestaron durante horas frente a la sede de la Convención, apoyadas por activistas y algunas organizaciones LGTBIQA+ como The Transexual Menace. En España, el trabajo de la activista intersex, Camino Baro, es muy importante en esta gran labor de visibilización.
Algunas de las variaciones en las características sexuales (pero no las únicas) que dan lugar a la intersexualidad son las siguientes:
- Síndrome de Turner o monosomía X: hay personas que en vez de presentar un par de cromosomas XX o XY, presentan un solo cromosoma X, cuyo cariotipo se representa como X0. Con esta configuración no se desarrollan los ovarios ni otros caracteres sexuales secundarios, por lo que las personas que lo presentan suelen tener baja estatura y otras afecciones.
- Síndrome de Klinefelter: hay personas cuyo cariotipo posee un cromosoma X adicional, siendo XXY. Al tener el cromosoma Y, y por su apariencia genital, se les identifica con sexo biológico masculino. Es frecuente que esta configuración no se detecte hasta la pubertad o edad adulta. Los efectos varían, pero entre otros, las personas con esta configuración pueden presentar testículos menos desarrollados, menores niveles de testosterona o crecimiento mamario.
- Síndrome de insensibilidad a los andrógenos (SIA): hay personas con cariotipo XY, cuyos testículos producen hormonas masculinas que no son correctamente absorbidas por los tejidos de su cuerpo. Esto hace que su desarrollo, incluido el de los genitales, tenga características del sexo femenino, quedando los testículos en el interior del cuerpo.
- Hiperplasia suprarrenal congénita (HSC): hay personas con cariotipo XX que presentan características intersexuales en sus genitales, es decir, a pesar de su configuración cromosómica de hembras, la vulva no posee el aspecto habitual de este sexo. Además, esta configuración hace que se produzcan más hormonas masculinas.
- Hipospadias: es una configuración intersexual que se da en las personas con sexo masculino por la que la abertura de la uretra no está situada en el glande del pene, sino en otro punto entre este y el perineo.