Salud sexual

¿Cómo se relacionan los derechos sexuales con la salud sexual? En realidad, ya hace años que se entiende que ambas dimensiones, salud y derechos, son imprescindibles para una vivencia de la sexualidad positiva. Hoy en día, entidades como la Comisión Guttmacher-Lancet ya han elaborado importantes informes donde refuerzan la idea de que para impulsar la salud sexual, deben promoverse y protegerse los derechos sexuales.

Pero antes de hablar de salud sexual, debemos entender qué es la salud en general. Según la definición de la Organización Mundial de la Salud, la salud “es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades” (OMS).

Entonces, ¿Qué es la salud sexual?

La salud sexual “es un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad, el cual no es simplemente la ausencia de enfermedad, disfunción o incapacidad. La salud sexual es un aspecto fundamental para la salud y el bienestar generales de las personas, las parejas y las familias, así como para el desarrollo económico y social de las comunidades y los países. La salud sexual, considerada afirmativamente, requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, sin coerción, discriminación ni violencia. La capacidad de los hombres y las mujeres para lograr la salud y el bienestar sexuales depende de su:

  • Acceso a información integral de buena calidad sobre sexo y sexualidad.
  • Conocimiento de los riesgos que pueden correr y su vulnerabilidad ante las consecuencias adversas de la actividad sexual sin protección;
  • Posibilidad de acceder a la atención de salud sexual.
  • Residencia en un entorno que afirme y promueva la salud sexual.
    (OMS 2006a)