Relación entre violencia de género y la salud sexual y reproductiva: impacto en los derechos de las mujeres

El enfoque de estas violencias es acumulativo y con el tiempo, tiene consecuencias muy serias en quienes son violentadas. La violencia de género tiene múltiples manifestaciones y puede provocar en las mujeres graves problemas de salud física, mental, sexual y reproductiva a corto y largo plazo. La violencia de género y sexual también afectan a la salud y el bienestar de los hijos/as y su entorno. Los niños/as que se ven envueltos en situaciones de violencia de género pueden sufrir trastornos conductuales y emocionales. Pueden ser también víctimas directas de esa violencia que pueden repercutir en su vida actual y futura.

La violencia de género también se ha asociado a mayores tasas de mortalidad y morbilidad en los lactantes y los niños (enfermedades estomacales, diarreas, malnutrición, mala atención sanitaria o tardía…). Los costos sociales y económicos de la violencia de género y la violencia sexual pueden abarcar diferentes áreas de la persona y su entorno. Es decir, absentismo laboral, baja productividad, menor acceso al mundo laboral y su promoción y desempleo.

Existe una clara relación entre la salud sexual y la violencia sexual y de género, que pocas veces se tiene en cuenta y que puede concretarse en diferentes aspectos. El más visible es que las relaciones sexuales y de pareja son un componente básico de la sexualidad y, por lo tanto, las violencias que se producen en ese contexto son un problema de salud