Poner en valor todos los encuentros sexuales, no solo los penetrativos.

Tampoco hace falta hablar mucho o de una forma específica, no es un guion que se hace bien o mal, lo importante es que lo que se comunique sea comprendido. Existe la idea de que solo hay una forma de ser pareja, y solo hay una forma de tener un encuentro sexual y este tiene que ser penetrativo sino no es válido. Pero cada pareja, es decir es distinta y lo que les funciona a unos, puede que no les funcione a otros. ¡Y qué importante que las personas sean distintas y diversas, la pluralidad siempre enriquece!

Además, es importante desafiar la idea de que la penetración es la práctica más importante o la única que cuenta; existe un amplio repertorio de prácticas sexuales que no implican posibilidades de embarazo y que pueden ser igualmente muy satisfactorias, permitiendo explorar la erótica de manera segura y placentera. Todo lo que se hace con otra persona en un encuentro erótico tiene valor y es importante, no solamente la penetración, lo más importante, cuando se está con otra persona es pasárselo bien, independientemente de las prácticas concretas que se realicen. Los besos, las caricias, los abrazos, el contacto de la boca con los genitales, todo esto que no incluye la penetración, son una excelente manera de disfrutar de la intimidad y el encuentro erótico. Se conocen como prácticas aconceptivas y, además de eliminar el riesgo de embarazo, enriquecen el repertorio erótico y amplían la mirada.