Ansiedad relacionada con el rendimiento sexual

 

Las condiciones de salud sexual tienen un impacto significativo en el bienestar emocional y viceversa como lo hemos señalado desde el inicio el curso. Una vida sexual saludable puede contribuir a una mayor satisfacción personal, mejorar la autoestima y fortalecer las relaciones de pareja. Por otro lado, problemas en la salud sexual pueden llevar a sentimientos de frustración, ansiedad y baja autoestima, afectando negativamente el bienestar emocional. Por ejemplo, la presencia de disfunciones sexuales puede generar estrés y ansiedad, tanto en la persona afectada como en su pareja, lo que puede deteriorar la relación y afectar la salud mental de ambos. Asimismo, la falta de educación sexual y el desconocimiento sobre el propio cuerpo pueden generar inseguridades y miedos que impactan negativamente en la vida sexual y emocional.

 

Así que se convierte en un tema fundamental de educación sexual estudiar está temática en su complejidad.

 

•       Comprensión del estrés.

 

 

La respuesta a estas preguntas las descubrimos a lo largo de esta unidad, pero para empezar vamos a evaluar cómo afrontamos el estrés.

 

El Cuestionario de Afrontamiento del Estrés (CAE) es una medida de autoinforme diseñada para evaluar siete estilos básicos de afrontamiento: (1) focalizado en la solución del problema, (2) autofocalización negativa, (3) reevaluación positiva, (4) expresión emocional abierta, (5) evitación, (6) búsqueda de apoyo social, y (7) religión. (Sandín y Chorot, 2003).

 

No tengo claridad en las limitaciones de la plataforma, de ser posible cargar el cuestionario o de lo contrario adjuntar el Excel para que el participante lo descargue y lo resuelva.

 

Después de responder el cuestionario, revisa tus puntuaciones y reconoce cuales son tus estilos básicos de afrontamiento del estrés:

 

•       Focalizado en la solución del problema: Este estilo se refiere a las estrategias activas orientadas a abordar directamente la causa del estrés. Las personas que utilizan este enfoque buscan soluciones prácticas y eficaces para resolver el problema. Se caracterizan por tomar decisiones concretas y realizar acciones para modificar la situación estresante.

•       Autofocalización negativa: Este estilo implica centrarse en los aspectos negativos de uno mismo y de la situación, con pensamientos autocríticos y pesimistas. La persona tiende a rumiar sobre sus defectos o errores, lo que puede generar sentimientos de culpa, desesperanza y una menor capacidad para encontrar soluciones al problema.

•       Reevaluación positiva: En este enfoque, la persona busca reinterpretar el estrés de manera positiva. Trata de encontrar un lado favorable en la situación, cambiando su perspectiva sobre el problema. Este estilo está asociado con una mayor capacidad para adaptarse al estrés, al encontrarle un sentido o aprendizaje a la adversidad.

•       Expresión emocional abierta: Las personas que adoptan este estilo tienden a expresar sus emociones de manera abierta y directa. Esto puede incluir hablar sobre sus sentimientos, llorar o compartir lo que sienten con otras personas. La expresión emocional abierta puede ayudar a liberar tensiones y facilitar el proceso de regulación emocional.

•       Evitación: Este estilo implica evitar enfrentar la situación estresante directamente, ya sea mediante distracciones, evasión o negación. Las personas que utilizan la evitación tienden a retrasar o eludir la confrontación del problema, lo que puede proporcionar alivio temporal, pero no suele resolver el estrés a largo plazo.

•       Búsqueda de apoyo social: En este estilo, las personas recurren a su red de apoyo (familia, amigos, colegas) para obtener ayuda emocional o práctica. Este afrontamiento se basa en compartir el problema con otros y buscar consuelo o asesoramiento, lo que puede facilitar la gestión del estrés y proporcionar un mayor sentido de apoyo y conexión.

•       Religión: Este estilo se refiere al uso de creencias y prácticas religiosas o espirituales para afrontar el estrés. Las personas que recurren a la religión suelen buscar consuelo, fuerza y sentido en sus creencias espirituales, como la oración, la meditación o la confianza en un poder superior, para enfrentar las adversidades.

 

Mira el siguiente video, ¿reconoces algunas estrategias para afrontar el estrés?

 

 

¿Qué es el estrés?

 

Desarrollo del concepto de estrés:

•       En 1911 se empleó desde un contexto científico por Walter Cannon “Reacción de lucha o huida – homeostasis”

•       En 1936, Hans Selye publica sus primeros trabajos sobre estrés, el cual define “Respuesta inespecífica del organismo a toda exigencia hecha sobre él”.

•       Reacción del organismo una vez que éste entraba en contacto con agentes nocivos del ambiente y que propician diversas reacciones de defensa.

•       Término aceptado por la Real Academia de la Lengua (1970) como un sustantivo masculino – campo medicina que significa reacción. Exigencia superior – enfermedad.

•       Física – Hace referencia a un objeto o un cuerpo inactivo que era deformado por fuerzas ambientales (Strain).

Biología- Medicina – Psicología.

•       Conjunto de circunstancias presentes en un determinado momento (Piña, 2009).

•       El estrés puede ser definido como una amenaza real o supuesta a la integridad fisiológica o psicológica de un individuo que resulta en una respuesta fisiológica y/o conductual (Bruce McEwen 2000)

 

Síndrome general de adaptación

 

Selye lo define como “la suma de todas las reacciones inespecíficas del organismo consecutivas a la exposición continuada de estímulos nocivos” (González de Rivera 1994).

 

Este síndrome se caracteriza en su desarrollo por tres fases consecutiva:

 

 

Ejemplo: Un individuo confrontado por las exigencias financieras y económicas solicita un préstamo bancario (reacción de alarma), lo utiliza para satisfacer las exigencias (resistencia), recibe un ingreso adicional y paga el préstamo (recuperación), o cae en bancarrota (agotamiento).

 

Ley general del estrés

González de Rivera (1994) combinando las teorías de Cannon y Selye propuso la ley general del estrés:

 

 

Esta interpretación puede estar relacionada con la propuesta de Hans Selye con los conceptos de «eustress» y «distress», correspondiéndose el primero con la respuesta a la estimulación idónea, y el segundo con la respuesta a la estimulación excesiva o insuficiente.

«EUSTRESS»                «DISTRESS»

 

 

 

(imágenes de Google)

 

El estrés, por sí mismo, no es necesariamente negativo, como suele pensarse. Lo que realmente resulta perjudicial son las respuestas extremas, ya sean excesivas o insuficientes, que se generan frente a los estímulos del entorno.

 

El carácter de estrés saludable o nocivo no depende solamente de la tarea sino de su interpretación por el sujeto. Una invitación a bailar puede resultar embarazosa y ridícula para una persona o posibilidad de placer, de exhibición y galanteo para
otra (Orlandini, 2012).

 

«How to make stress your friend» – Kelly McGonigal

Ahora que comprendes un poco más sobre el estrés, el reto es convertirlo en tu amigo y aliado para mejorar tu salud en general.

•       Impacto del estrés en la salud mental y sexual.

 

La relación entre estrés y enfermedad viene explicitada ya desde los primeros trabajos de Selye y su descripción del «Síndrome General de Adaptación» y de las «enfermedades de adaptación» (Morera et al, 1983).

 

Aunque se reconoce que cierta cantidad de buen estrés es necesaria para la salud, la mayoría de los médicos utiliza el término para significar un estado de enfermedad del sujeto. De allí que resulten comunes los diagnósticos como úlcera por estrés, hipertensión arterial por estrés o hipoglucemia por estrés. De todas formas, es conveniente la utilización del término para denominar cualquier enfermedad de origen psicosocial porque resulta explícita y ayuda a crear conciencia sobre la participación del estrés en los desarreglos de la salud. (Orlandini, 2012).

 

Desde mediados del sigo XIX ya se reconocía el impacto del manejo inadecuado del estrés en la salud y en la generación de enfermedad, así como se en la siguiente imagen:

(elaboración propia a partir de la fuente)

 

Siguiendo la American Psychological Association (2010) existen diferentes tipos de estrés:

 

Estrés agudo: Este tipo de estrés es el más común y surge de las demandas recientes y las expectativas del futuro cercano. Puede ser emocionante en pequeñas dosis, pero agotador si se prolonga. Los síntomas incluyen emociones intensas como enojo, ansiedad y depresión, problemas musculares como dolores de cabeza y de espalda, malestares estomacales y una sobreexcitación temporal que puede causar palpitaciones y dificultad para respirar. Afortunadamente, es manejable y no suele causar daños a largo plazo.

 

Estrés agudo episódico: Se presenta en personas que frecuentemente experimentan estrés agudo debido a vidas caóticas y desorganizadas. Estas personas suelen estar siempre apuradas, asumen demasiadas responsabilidades y tienen dificultades para manejar las demandas. Los síntomas incluyen agitación constante, irritabilidad, ansiedad, dolores de cabeza persistentes, hipertensión y problemas cardíacos. El tratamiento puede requerir ayuda profesional y puede ser un proceso largo, ya que estas personas a menudo son resistentes al cambio.

Estrés crónico: Este es el tipo de estrés que persiste durante largos periodos y puede ser devastador. Surge de situaciones sin salida como la pobreza, relaciones disfuncionales o trabajos insatisfactorios. Los síntomas incluyen un desgaste físico y mental continuo, y puede llevar a problemas graves de salud como enfermedades cardíacas, cáncer y, en casos extremos, suicidio. El tratamiento es complicado y requiere intervención médica y manejo del estrés, ya que las personas pueden acostumbrarse a este tipo de estrés y no ser conscientes de su impacto.

 

¿Qué tipo de estrés crees que experimentó el mago?

 

Por su parte, Ortiz (citado en Espinoza et al 2018) hace referencia a estudios internacionales sobre la repercusión del estrés en la salud: Roozendaal en el 2002 concluye que el estrés produce alteración de la consolidación y recuperación de la memoria; Cai y Yang en 2002, exponen que produce alteración de la estructura y de la función del hipocampo; según Kim y Dimond en 2002, refieren que disminuye de la plasticidad neuronal y excesiva actividad de la amígdala sobre el hipocampo; y Bowman, Beck, Luine en el 2003 que produce alteración de la memoria verbal en hombres y principalmente espacial en mujeres; estas por solo citar algunas de las consecuencias nocivas que puede dejar el estrés.

 

Siguiendo a Oblitas (2009) en síntesis las principales consecuencias psicológicas del estrés son:

 

Finalmente, la relación entre el estrés y la sexualidad constituye un vínculo importante poco trabajado, que a veces se ha abordado desde un marco estrecho, en la búsqueda de diferencias entre los hombres y las mujeres con relación a las respuestas de estrés. También se han valorado diferentes eventos de la pareja como ruptura, matrimonio, muerte del cónyuge y las tensiones que se crean producto de éstos.

 

Las investigaciones en relación con el estrés y a la sexualidad han estado vinculadas a problemas de salud, en lo que se refiere a factores predisponentes biológicos, sociales y psicológicos, así como a los tratamientos. En investigaciones propias se encontró como factores estresantes vinculados a la sexualidad en pacientes estresados los relacionados con problemas en la comunicación de la pareja, dificultades en las relaciones padres- hijos, no tener pareja y las disfunciones sexuales (Ortega Bravo, 2007).

 

Afrontamiento del estrés

¿Recuerdas el cuestionario que completaste al inicio de la unidad? Estaba enfocado en tu estilo para manejar el estrés en general. Ahora, vamos a profundizar en este tema, pues sin importar el aspecto que genere mayor estrés, las estrategias y estilos de afrontamiento son aplicables de manera general.

 

Lazarus y Folkman (1986) definieron el afrontamiento como aquellos esfuerzos cognitivos y conductuales constantemente cambiantes que se desarrollan para manejar las demandas específicas, externas y/o internas, que son evaluadas como excedentes o desbordantes de los recursos del individuo.

 

Estilos y estrategias de afrontamiento (Castaño & León del Barco, 2010).

•       Las estrategias de afrontamiento serían los procesos concretos que se utilizan en cada contexto y pueden ser altamente cambiantes dependiendo de las situaciones desencadenantes. Así que se establecerían en función del contexto.

 

•       Los estilos de afrontamiento se refieren a predisposiciones personales para hacer frente a las situaciones y son los responsables de las preferencias individuales en el uso de unos u otros tipos de estrategias de afrontamiento, así como de su estabilidad temporal y situacional.

Se pueden considerar como disposiciones generales que llevan a la persona a pensar y actuar de forma más o menos estable ante diferentes situaciones (Sandín, Chorot, Santed y Jiménez, 1995)

 

Técnicas

A continuación, te presentamos brevemente algunas de las técnicas empleadas para afrontar el estrés:

 

·      Relajación condicionada: Es una técnica de relajación que asocia la respiración a las palabras “inspiro” y “me relajo”.

·      Resolución de problemas: Es una técnica con la que se aprende a valorar un problema, se generan alternativas y nos ayuda a evaluar dichas alternativas para llegar a una solución conveniente.

·      Administración del tiempo: Esta técnica nos ayuda a organizar nuestro tiempo de manera que no aplacemos nuestros deberes, sino que realicemos nuestras actividades con tiempo de anticipación y aprovechar el tiempo de la mejor manera posible.

·      Relajación progresiva de Jacobson: Es una técnica que ayuda a disminuir los síntomas fisiológicos del estrés mediante un entrenamiento en relajación que se logra tensando y destensando los músculos y que divide al cuerpo humano en dieciséis grupos musculares, posteriormente en ocho y cuatro.

·      Risoterapia: es una técnica con metodología eficaz que se ha comprobado ser útil como auxiliar en el tratamiento de enfermedades, por medio de la risa ayuda a eliminar bloqueos emocionales y físicos.

·      Mindfulness: es una técnica que puede entenderse como atención y conciencia plena, presencia atenta y reflexiva

·      Yoga: El yoga es una práctica antigua que combina posturas físicas, técnicas de respiración y meditación. Su objetivo es armonizar el cuerpo, la mente y el espíritu, mejorando la flexibilidad, la fuerza y el equilibrio

·      Esquema A-B-C: Es una herramienta que nos ayuda a modificar las interpretaciones que hacemos de lo que sucede, donde A representa los acontecimientos observados por el sujeto, B representa las creencias y C representa las consecuencias emocionales de las interpretaciones.

·      Biodanza: La biodanza es un método que utiliza la música y el movimiento para fomentar el desarrollo personal. A través de la danza y la expresión emocional, busca mejorar la comunicación, la resistencia al estrés y la conexión con uno mismo y con los demás

·      Relajación por evocación: Utiliza la imaginación y la visualización para inducir un estado de relajación. La persona evoca mentalmente imágenes o sensaciones de calma y tranquilidad.

 

Finalmente, te invito a realizar esta actividad para que apliques lo estudiado en esta unidad hasta ahora:

 

CUADRO DE ESTRESORES

Enliste las fuentes de estrés en los diferentes ámbitos de su vida: personal, académica, laboral, familiar, etc., siguiendo las instrucciones:

 

•       Priorizar y escoger 5 fuentes de estrés.

•       Hacer la valoración primaria: clasificarlos como relevantes/irrelevantes, asignándoles una calificación de 1 a 5, siendo 5 la más relevante y 1 menos relevante y si es amenaza o reto/desafío.

•       Evalúe activación física y psicológica: manifestación en síntomas de salud física y psicológica.

•       Plantee la solución desde el problema y/o desde la emoción.

 

* Cuando las condiciones estresantes se valoran como modificables, es decir, cuando se consideran que uno las puede controlar, predomina el manejo centrado en el problema, empleando algunas estrategias como la confrontación y buscar apoyo social.

 

* Cuando las condiciones se valoran como no modificables, predomina el manejo centrado en las emociones (enunciar qué emociones identifican frente a la situación estresante) y qué estrategias se plantea para su manejo, como por ejemplo con acciones de autocontrol, distanciamiento, reevaluación positiva, escape/evitación, etc.

 

Estresor con su clasificación

(Evaluación primaria)

SÍNTOMAS

Físicos/psicológicos

 

Soluciones (Evaluación secundaria)

* Desde el problema

* Desde la emoción

   
   
   
     
     

 

•       Ansiedad relacionada con el rendimiento sexual.

 

En la parte anterior de esta unidad abordamos en profundidad el estrés, lo que nos permite entender cómo este afecta diversas áreas de la vida, incluyendo la sexualidad.

 

La ansiedad vinculada al desempeño sexual tiene un impacto significativo debido a la importancia atribuida al funcionamiento y las capacidades eróticas y pueden generar traumas psicológicos significativos. Según Orlandini (2012), estos traumas tienen un impacto notable en la vida sexual de las personas, causando insatisfacción y alteraciones que, aunque a menudo no se identifican de manera directa, reflejan la fuerza de los factores estresantes relacionados con este aspecto de la vida. Además, no es solo la sexualidad en sí misma la que influye: elementos externos también pueden perturbar la capacidad de respuesta sexual.

 

Las creencias irracionales, la percepción de vulnerabilidad y las estrategias de afrontamiento deficientes —como la represión sexual— incrementan la predisposición al estrés sexual. También lo son la falta de cultura sexual, los mitos sexuales que exigen altos desempeños, los modos rígidos y estereotipados de hacer el amor, los sistemas nocivos de valores sexuales —machismo, culto al falo y las prohibiciones sexuales de las religiones judeocristianas—, las personalidades ansiosas, inseguras, tímidas y obsesivoides con escasa autoestima y miedo al prójimo. El rol sexual masculino tradicional influye también en la susceptibilidad al estrés sexual (Orlandini, 2012).

 

Las respuestas a este tipo de estrés pueden manifestarse de muchas maneras, desde disfunciones sexuales hasta problemas psicológicos más amplios, como depresión, fobias, o incluso actos extremos como violencia y suicidio.

 

Las experiencias traumáticas en la adolescencia, las incompatibilidades sexuales en la adultez y la disminución del deseo en la vejez son algunas de las situaciones más comunes que afectan la satisfacción sexual en distintas etapas de la vida.

 

Satisfacción Sexual

 

Las investigaciones sobre satisfacción sexual se han centrado, en su mayoría, en establecer su relación con el funcionamiento sexual físico y con los aspectos afectivos y emocionales de la pareja. Para Rodríguez (2010) se entiende por satisfacción sexual el nivel de agrado, bienestar y ajuste presentado frente a una interacción sexual.

 

Factores como la intimidad compartida, el cumplimiento de expectativas y necesidades, y el tipo de vínculo afectivo son determinantes en este aspecto. Por ejemplo, conflictos no resueltos, la falta de conexión emocional o el desamor suelen asociarse con una baja satisfacción sexual. La investigación indica que la satisfacción sexual está influida por variables emocionales, como la ansiedad; conductuales, como las prácticas sexuales; y demográficas, como la edad.

 

Ansiedad y Satisfacción Sexual

 

La ansiedad, que es una emoción compleja resultado de múltiples factores individuales y situacionales, puede tener un impacto negativo en la satisfacción sexual. Steinke y Wright (2006) encuentran que la ansiedad se asocia de forma negativa con la satisfacción sexual, en particular con la fase de excitación, con la cual tiene un efecto adverso. Por su parte, Leary y Dobbins (1983) señalaron que las personas ansiosas tienden a subestimar su capacidad para relacionarse sexualmente, lo que las lleva a anticipar resultados negativos y a ser autocríticas con sus propias acciones, aumentando su malestar emocional. Rodríguez (2010) añadió que estas dinámicas generan un círculo vicioso que refuerza la inseguridad y el miedo al fracaso.

 

El sexólogo Pedro Rondón (citado en Ducasa, 2021) puntualizó que las causas de la ansiedad sexual pueden ser diversas, tales como las experiencias traumáticas, la desinformación sexual, el haber sufrido abuso y maltrato sexual, la inseguridad, la baja autoestima, no aceptar los genitales, las expectativas exageradas y no realistas, por encima de los estándares comunes, el miedo al fracaso y a la falta de experiencia, la educación represiva, la falta de confianza en la pareja, el pensar en “tener que quedar bien”, el ejercer la función sexual por obligación y los pensamientos anticipatorios negativos.

 

Silvia Sanz, psicóloga y experta (citado en Ducasa, 2021) describe cómo esta ansiedad afecta tanto a hombres como a mujeres, aunque con manifestaciones específicas. Por ejemplo, en los hombres puede provocar problemas como la eyaculación precoz o la pérdida de erección debido al temor anticipatorio. En las mujeres, la ansiedad puede causar dificultad para alcanzar el orgasmo o incluso dolor durante las relaciones sexuales. En ambos casos, la disminución del deseo sexual es una consecuencia común, transformando lo que debería ser una experiencia placentera en una fuente de incomodidad o rechazo.

 

Finalmente, el estrés sexual se trata mediante distintos procedimientos. Por medio de la eliminación de los mitos nocivos a través de la educación sexual; con la corrección de los valores sexuales patógenos; con psicoterapia analítica de los conflictos sexuales remotos y con psicoterapia de apoyo para aquellos casos de estrés sexual reciente (Orlandini, 2012).

 

 

Como reflexión final, te invito a considerar cómo puedes aplicar estos aprendizajes en tu entorno. ¿Qué pequeñas acciones puedes realizar para cuestionar los mitos dañinos, mejorar tu bienestar emocional y contribuir a un entorno más comprensivo y respetuoso con respecto a la sexualidad? Recuerda que el conocimiento es el primer paso para transformar nuestras percepciones y conductas, y que un cambio individual puede generar un impacto colectivo.